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¡Celos entre hermanos!

01-05-2012
Los celos son un estado afectivo, que en los niños se caracteriza por el miedo a perder o a ver reducido el cariño de sus padres, fundamentalmente de la madre, debido al nacimiento de un nuevo hermano al que va a tener que dedicar mucho tiempo durante los primeros meses de su vida.
 
Algunos expertos opinan que los sentimientos de celos se producen de forma natural al nacer un hermano, forman parte de una etapa normal y necesaria en el desarrollo evolutivo, que ayuda a los niños a madurar. Si, durante esta etapa de celos, los padres siguen dedicando el mismo tiempo a su hijo mayor, y ofreciéndole el mismo cariño y afecto que le demostraban antes de nacer el bebé, esos sentimientos acaban por desaparecer.
 
 

Los celos son una reacción natural

Los celos afloran en los niños independientemente de la edad. Los padres deben preparar a los niños para la llegada del bebé, fomentando sobre todo su autoestima y haciéndole partícipe de todo lo relacionado con la llegada del nuevo miembro de la familia. En definitiva, los padres  tienen que actuar con cariño, pero con firmeza y sin perder de vista sus criterios educativos.
 

Pautas para prevenir los celos entre hermanos

Es muy difícil dejar de ser el sol para ser una estrella más en el universo de la casa familiar, pero existen algunas pautas que  se debe
tener en cuenta para minimizar en los hijos mayores los efectos
 de la llegada de un nuevo miembro a la familia:
 
- Mentalizar al hijo: Es recomendable que unos meses antes de que nazca el bebé se le prepare al hermano mayor para el nacimiento. Tampoco se recomienda hacerlo muy pronto para que no se les haga demasiado largo la espera. Hacia el segundo trimestre del embarazo, es bueno hablarles de los cambios que se van a ir produciendo, pero conviene hacerlo con un lenguaje que entiendan y sin saturarles con demasiada información. Deben entender la parte positiva de tener un nuevo hermano o hermana.
- Anticipa los cambios: Si se preveen cambios de habitación, es mejor hacerlo antes del nacimiento. Así,  se evita que  el hijo mayor piense, que la llegada del bebé le vaya a desplazar  y le quita de su sitio.
- Mantén su rutina: Cuando se aproxime el parto, no se debe cambiar las rutinas diarias del niño (hora de comer, aseo y dormir), aunque se deba marchar a casa de los abuelos o de otros familiares. Siempre que sea posible, es preferible que pase ese momento en su casa, rodeado de sus juguetes y de todo aquello que le da seguridad.
- Evita otros cambios temporalmente: No es recomendable juntar la crisis de la llegada de un hermano con otros cambios importantes, como el ingreso en la escuela infantil o un cambio de domicilio.
- Esfuérzate por prestarle atención: Intenta seguir pasando tiempo de calidad con tu otro hijo o hijos. Explicarles que cuando nace un bebé, al principio la rutina de la vida diaria cambia un poco, es más agitada, pero luego todo volverá a la normalidad.