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Consejos para escuchar a los hijos

10-12-2012
A medida que vamos refinando nuestra comunicación con los hijos, nos vamos dando cuenta que escuchar no es lo mismo que oír. Cuando les oímos estamos haciendo apenas un esfuerzo físico para enterarnos de lo que nos cuentan, mientras cuando les escuchamos no solo nos estamos poniendo al corriente del tema como también nos involucramos en ello.

Escuchar es más que oír, es establecer una comunicación más profunda y duradera, es alimentar la confianza entre padres e hijos. Los niños tienen derecho a ser escuchados. La comunicación entre padres e hijos fomenta el acercamiento y la unión de una familia. No me refiero a las charlas de todos los días, sobre lo que deben hacer los hijos, y sí a saber escucharlos con interés y atención. Los niños no son tontos, ellos lo saben. Además, estaría bien que supieras que los niños que no son escuchados pueden tener problemas de autoestima. Por eso, para escuchar a tu hijo, puedes seguir algunas pautas importantes:

1- Acércate a tu hijo. Ponte al mismo nivel físico que él. No es aconsejable que estés ni más arriba ni más abajo que él.
2- Olvida lo que tengas que hacer por un momento y dedica algunos minutos al día a estar totalmente a la disposición de tu hijo. Presta total atención a lo que te dice tu hijo.
3- Procura ponerte en el lugar de tu hijo y pregúntate a ti mismo si le das atención. Si lo escuchas, le estarás educando a que también te escuche a ti y a los demás.
4- Haz un esfuerzo para involucrarte más en lo que dice tu hijo que de la forma con la que él te cuenta o habla.
5- Aprende a escuchar no solo las palabras de tu hijo, pero especialmente a sus gestos, silencios, expresiones, etc.
6- Busca un lugar tranquilo para escuchar a tu hijo. Evita lugares con mucho ruido o con muchas distracciones.
7- Lo más importante en una conversación con los hijos, es escucharles y no estar absorbido en la reflexión de lo quieres decir en respuesta.
8- Mientras tu hijo esté hablando, no lo interrumpas. Deja que él concluya su punto de vista y no te precipites en hacer conclusiones o suposiciones.
9- De vez en cuando sonríe y asiente con la cabeza de que estás comprendiendo lo que te dice tu hijo. Si ves que es necesario, haz preguntas a tu hijo sobre lo que te está contando.
10- Es importante que mantengas un contacto ocular durante la conversación.
 
Fuente: Vilma Medina.